La llama oro rubí es un regalo maravilloso de los seres de la luz. Es una llama que está dirigida por el Arcángel Uriel y está profundamente relacionana a la abundancia, la prosperidad y las riquezas.
Las oraciones en esta llama se realizan para obtener los suministros que podamos necesitar, así como tambien para conseguir un buen trabajo, dinero, tranquilidad, libertad económica, inspiración y mucha suerte a nuestro favor.
Como bien sabemos, en los decretos metafísicos tiene mucha importancia la presencia yo soy, es por ello que, a continuación, te mostraremos un decreto metafísico respecto a la llama oro rubí, hecho para abrir las ventanas del cielo, recibir la ayuda del Arcángel Uriel y manifestar todo aquello que necesites a través de tu gloriosa presencia yo soy.
Decreto metafísico con la llama oro rubí para la prosperidad económica
Hoy, desde mi presencia yo soy, hago un llamado a las energías del universo, al arcángel Uriel, a mi Dios interior y a todos los seres de la luz, para que mi caso sea atendido.
Desde mi presencia yo soy, invoco el poder de la llama oro rubí, para atraer la prosperidad y la abundancia económica.
Yo soy un pilar de la llama oro rubí que atrae todo lo que necesito para prosperar.
Yo soy una luz que resplandece en la llama oro rubí y que disuelve todo pensamiento de pobreza.
Yo soy en estos momentos creando un maravilloso destino lleno de abundancia y felicidad.
Yo soy abriendo las ventanas del cielo para obtener una provisión infinita de parte de Dios.
Yo soy despertando para la abundancia y el dinero.
Yo soy cambiando mis pensamientos, yo soy pensando en riquezas y no en pobreza.
Yo soy invocando el poder del arcángel Uriel, para recibir su asistencia y ayuda.
Arcángel Uriel, te pido que por favor con tu llama oro rubí ilumines mi camino, y que hayan riquezas durante todo el trayecto de mi vida. Amado arcángel, te amo y agradezco por tu asistencia, porque sé que así como he pedido así será hecho.
Yo soy agradeciendo, yo soy confiando en lo que he pedido. Yo soy aquí y ahora permaneciendo para siempre en la abundancia. Gracias, gracias, gracias. Yo soy, yo soy, yo soy. Amén.